Naomi Osaka deja ver que atraviesa problemas personales tras perder contra España

Naomi Osaka no ha empezado 2020 de la mejor manera. La exnúmero uno del mundo abandonó el Open de Australia por la puerta de atrás en la primera semana y este fin de semana salió vapuleada de La Manga, donde España se impuso a Japón con más facilidad de la esperada en la Copa Federación. Osaka perdió su partido de individuales contra Sara Sorribes, y la rueda de prensa posterior al partido despertó aún más preocupación si cabe por el momento que atraviesa la tenista de 22 años.

"Honestamente, ni siquiera fue un partido", dijo Osaka en un tono apesadumbrado tras ser superada por Sorribes por 6-0 y 6-3. "Estoy lidiando con algunos temas y no pude entrar mentalmente en el partido. Es culpa mía", continuó. El capitán japonés del equipo de Copa Federación, Toshihisa Tsuchihashi, reconoció que ese mal estado de su mejor tenista influyó en el devenir del emparejamiento: "Nuestro plan era que Osaka ganara el primer partido, pero no fue capaz de jugar como quería", se lamentó.

Naomi Osaka está sufriendo un retroceso en su prometedora carrera durante el último medio año. La ruptura con Sascha Bajin, el entrenador con el que alcanzó el número uno, parece haberle afectado sobremanera, ya que a posteriori no ha sido capaz de alcanzar el gran nivel que la llevó a encadenar el US Open 2018 y el Open de Australia 2019. Este año Melbourne vio una versión de Osaka muy cambiada, con imágenes muy poco frecuentes en las que lanzaba la raqueta al suelo presa de la frustración.

La eliminación contra la joven irrupción del circuito femenino, Coco Gauff, en tercera ronda parece haber ahondado en esa crisis de confianza que atraviesa Osaka, actualmente décima en la clasificación de la WTA, que ahora tendrá que empezar a preparar la temporada de tierra batida con el objetivo de volver a brillar en Roland Garros, próximo grande del calendario.