Las dos lecturas del inesperado ataque de Landa en Anterselva: aquí hay debate

Mikel Landa Meana está demostrando una actitud impecable al servicio de Richard Carapaz, que es líder del Giro de Italia 2019 y, sobra decirlo, líder del Movistar Team tras haberse ganado esos galones en la carretera. La clasificación general no engaña, el ecuatoriano está muy por delante. Pero esa misma clasificación también señala que el alavés también está muy cerca de remontar a unos Roglic y Nibali que parece que van a menos y al menos volver a tener una foto en el podio de la corsa rosa, tal y como coleccionó en la edición de 2015 al servicio de Fabio Aru.

Atacó a dos kilómetros de la meta de Anterselva, sin ninguna posibilidad de ganar la etapa ya que al fuga iba muy por delante. Pero las lecturas que pueden hacerse de ese movimiento son dos, la de recortar segundos buscando el podio y otra más negativa, la de hacer la guerra por su cuenta, ya que dejó desprotegido a Richard Carapaz. Es cierto que el ecuatoriano arrancó desde atrás y metió más segundos extra a Nibali y Roglic, como igual de cierto es que Landa también recortó en su objetivo podio.

En cualquier caso y sea cual sea la lectura, el debate está servido. Tanto es así que hasta Antonio Pedrero tuvo dudas cuando fue preguntado por Eurosport tras la etapa. Txente García Acosta y Eusebio Unzué, éste último en una entrevista exclusiva con Juan Antonio Flecha en la que nuestro experto incidió en el asunto, coinciden en que esos segundos que consiguió Mikel Landa con su movimiento son buenos para las aspiraciones propias del propio ciclista y también para el equipo. Incluso Carapaz, diplomático, también insistió en que su compañero debió hacer eso.

Entonces, ¿por qué tanto revuelo? Sencillamente porque a falta de dos etapas de montaña y la crono final de Verona que decidirá al campeón, el Movistar Team debe elegir si apuestan todo por Carapaz como están haciendo hasta ahora o deciden rehacer su estrategia y apostar por un eventual podio de Landa. La situación de carrera y especialmente el estado de los principales rivales dice que esta ambición de ganar la carrera y hacer un doblete en el podio ni es desmedida ni es descabellada.

Pero ojo, no deja de ser arriesgada dado que si Roglic, Nibali o Miguel Ángel y sus respectivos equipos atacan y se rearman en las dos jornadas montañosas que restan hasta Verona, tal vez sea un arma de doble filo. ¿Qué haría entonces Movistar? ¿Se iría solo Landa si exhibe más piernas? Por todo esto viene el debate, también por cualquier movimiento. Será que echamos demasiado de menos eso de #FreeLanda.