Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo

El Diario del Mundial

Eurosport
PorEurosport

Publicado 05/07/2006 a las 13:00 GMT+2

Alemania e Italia disputaron el mejor partido del torneo, un intenso duelo tras el cual, los anfitriones se quedaron fuera de la final. Con las emociones aún a flor de piel, eurosport.es se traslada a Munich para vivir la segunda semifinal, un choque en e

FOOTBALL Mundial 2006 Tristeza Alemana

Fuente de la imagen: EFE

Hay momentos en los que pienso que todo esto es un sueño. Nunca he salido de España, estoy tumbado en mi cama y es mi cabeza la que me hace imaginarme lo que está pasando en este campeonato. Esa sensación se hizo aún más fuerte durante el encuentro de ayer, cuando Italia no fue Italia y ofreció una lección de gran fútbol, de inteligencia táctica, de preparación física y de contundencia tanto defensiva como ofensiva. Tuve que frotarme los ojos, que pellizcarme y que hacer caso al nudo que atenazaba mi estómago para darme cuenta de que lo que estaba viviendo en ese preciso momento no podía ser algo ficticio o irreal.
Alemania y la escuadra 'azzurra' ofrecieron el encuentro más intenso y vibrante de la presente edición de torneo. Desde el primer minuto, dos de los pesos pesados del fútbol mundial, se dedicaron a intercambiarse golpes, a buscarse las 'cosquillas'... Si alguien sufrió no fueron los aficionados de ambos conjuntos (que también), fue el balón. A un ritmo vertiginoso, la peota iba de área a área sin que los contendientes se concedieran un segundo para descansar, para serenar el juego, para reposar las ideas... Ese es el resumen que se puede hacer de un encuentro que se extendió media hora ya que se decidió en una de las prórrogas más emotivas de la historia de este deporte.
Pese a que lo buscaron con insistencia, el mejor choque del evento parecía encaminado a terminar con empate a cero en el marcador... No habría sido justo por lo visto sobre el césped que un 'duelo de titanes' como el que pudo presenciarse en Dortmund tuviese que decidirse en los penaltis por el simple hecho de que ninguno de los dos equipos hubiese sido capaz de marcar un solo gol. Es cierto que los dos porteros realizaron intervenciones soberbias, que las dos defensas rozaron la perfección... Pero este compromiso no merecía resolverse en lotería como es la tanda de lanzamientos desde el punto de pena máxima... Y bueno, por un momento se me olvidó que los italianos son especialistas en este tipo de finales épicos.
Justo después de que Podolski tuviese en sus botas la oportunidad de poner por delante al cuadro local (algo que no consiguió debido a la soberbia estirada de Buffon), y cuando sólo faltaban unas segundos para que concluyese el tiempo extra. Pirlo se inventó un perfecto pase entre líneas que hizo que Grosso, un lateral izquierdo, cruzase con un ligero y sutil toque con rosca la pelota y la colocase muy lejos del alcance de Lehmann... No sólo hay que destacar que un defensa definiese con la sangre fría del mejor de los delanteros. ¡¡Es que, además, el futbolista zurdo remató tras desmarcarse y sorprender entrando por la banda derecha!! Apenas unos segundos después, con los pupilos de Jurgen Klinsmann destozados por el mazazo del gol, Gilardino controló en la frontal del área, prolongó hacia la entrada de Del Piero y 'Pinturicchio', en carrera, tocó con suavidad y colocó el balón en la misma escuadra ante la salida del meta alemán.
El estadio, que había sido una olla a presión durante tres horas, enmudeció por completo. Los italianos entonaban sus típicos cánticos de celebración mientras que los llantos teutones fueron tan sentidos que me llegaron a contagiar su sentimiento de pena y amargura. Estaban cerca de volver a hacer historia. Todo parecía dispuesto para que conquistasen de nuevo el cetro mundial en la cita en la que ejercía de anfitriones. Pero el fútbol tiene estas cosas. No entiende de favoritos, ni de necesidades u obligaciones. La pelota es la única que decide hacia que lado se inclina la balanza y en esta ocasión, como en otras muchas, lo hizo a favor de los transalpinos. En otras ocasiones, cuando han vencido gracias a su eterna alianza con la fortuna he sido muy crítico con ellos. Hoy no puedo ser así y he de reconocer que fueron superiores a sus rivales, que jugaron mejor y que se merecieron estar en la final. Las desiertas y solitarias calles de Dortmund lloraron hasta altas horas de la madrugada y aún lo siguen haciendo. Alemania tendrá que conformarse con luchar por el honor de acabar 'su' torneo en la tercera posición.
Por su parte, la segunda semifinal medirá las fuerzas de Portugal y Francia. Es posible que por su nombre no lo sean pero, por los cruces que han tenido que superar, deben considerarse como las dos 'sorpresas' del torneo. Nadie, o muy pocos, contaban con que aún sobreviviesen a estas alturas de la competición pero se han encargado de demostrar que la grandeza de este deporte es que siempre hay margen para lo inesperado, lo imprevisible... A veces, un golpe de suerte, un 'arreón' de carácter, un impulso irracional puede decidir un partido. Y muchos de esos factores incontrolables se han alineado para permitir que ambas escuadras hayan superado a todos sus rivales y se vean las caras para decidir quién se clasifica para disputar el partido de lucha por el título.
Munich ha sido el escenario elegido para la celebración de un importante encuentro en el que se enfrentarán dos rivales con estilos muy parecidos pero, a la vez, muy diferentes... Y es que en el mundo del fútbol, las distintas selecciones comienzan a perder el sello sobre el que forjaron sus respectivas identidades a lo largo de la historia para adoptar un patrón simplista, defensivo, en el que lo importante es tener la mejor condición física posible y en el que prima el miedo a no perder. Por eso este deporte es cada vez menos espectacular, por eso cada vez se vibra menos en los encuentros, por eso cada vez nos emocionamos más cuando vemos a un jugador que intenta el regate, que hace un caño, que no rehuye a encarar a los rivales o que, en definitiva, disfruta con el placer y la agradable sensación que produce tener una pelota en los pies.
Puede que Francia parta con el rol de favorita. Los pupilos de Raynald Doménech han conseguido superar la pésima imagen que mostraron en la fase de grupos para derrotar, en sendas lecciones de autoridad, a España y a Brasil. Sus propios aficionados eran pesimistas. No confiaban en el equipo y pensaban que no superarían el compromiso de octavos de final. Sin embargo, de la mano de un majestuoso Zidane, un inconmensurable Vieira y unos desequilibrantes Henry y Ribery los seguidores han dejado de considerar como un sueño inalcanzable la posibilidad de reeditar el éxito de 1998.
Y así lo demuestra su masiva presencia por las calles de Munich. Es cierto que la ciudad germana no está a mucha distancia pero, aún así, hay que armarse de valor para venir hasta aquí para ver el duelo aunque sea por una pantalla gigante... Todo sea por la selección, todo sea por prestar su apoyo, todo sea por poder decir "Yo estuve allí y celebré la victoria hasta altas horas de la madrugada". Los aficionados galos quieren hacer de Marienplatz (centro geográfico y social de la ciudad) su particular 'Plaza de la Bastilla'. En la segunda, hace 217 años, comenzaron la 'Revolución Francesa'; en la primera desean que se inicie una nueva revuelta: la que les llevará a volver a coronarse como los monarcas del fútbol mundial durante los próximos cuatro años.
Sin embargo, si los integrantes de la escuadra &lsquobleu' son combativos, sus rivales no lo son menos. Hay pocos conjuntos tan 'guerreros' y ardientes como el portugués. Y así lo han demostrado a lo largo del campeonato. No temen al contacto, no dudan en emplearse con contundencia cuando lo estiman oportuno y saben 'calentar' a los oponentes cuando llega la hora. Así lo demostraron ante Holanda, frente a la que disputaron el encuentro más bronco del torneo, y así volvieron a confirmarlo ante Inglaterra, en un duelo en el que se repartieron de todo menos caricias y en el que dieron muestras de su oficio al conseguir que los británicos terminasen con un jugador menos (Rooney aún quiere 'partir en dos' a Cristiano Ronaldo).
Es posible que la personalidad de Luiz Felipe Scolari haya calado en la plantilla de una forma más profunda de la que se podía esperar. El 'sargento' ha implantado una disciplina casi militar y ha endurecido a unos futbolistas de gran talento pero a los que se tachaba de ser muy 'blandos' de mentalidad. Desde hace unos años, Portugal se atreve con todo y con todos. El seleccionador se ha aprovechado de contar en sus filas con un competidor nato como Figo, ha 'repatriado' a Deco, ha redescubierto a Maniche y está consiguiendo explotar al máximo las cualidades de un genio como Cristiano Ronaldo.
Pasear por la Catedral de la Virgen es como hacerlo por la famosa Torre de Bélem de Lisboa. Teñida de los colores rojos y verdes, la famosa iglesia ha cambiado los acordes de ópera por fados, la cerveza por el vino verde,... Los sueños, los corazones y las esperanzas del país están depositadas en este partido. El combinado luso aspira a clasificarse para la primera final de un Mundial en su historia. Subcampeón de Europa, el equipo quiere sacarse la espina que supuso caer ante su público y qué mejor regalo que regresar al casa con este importante 'cetro' bajo el brazo.
Por el momento, y antes de que el balón eche a rodar en el Allianz Arena, pienso escaparme a un destino ineludible en esta estación de mi viaje. No me perdonaría volver a España sin haber pasado por Hofbrauhaus, la cervercería más famosa del mundo... Y no es que siempre esté pensando en lo mismo. Es que hace mucho calor y no se me ocurre una alternativa mejor para refrescarme. Estaré un poco dividido. No oculto que me identifico más con la filosofía futbolística de Portugal, con el carácter de Figo... Pero es que me resisto a la idea de dejar de ver a Zidane dentro de un terreno de juego... ¡¡Le vamos a echar tanto de menos!!
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio