Fortalezas y debilidades del Barça antes del duelo ante el Arsenal

Precedentes positivos. En tres ocasiones se han enfrentado Barça y Arsenal en Champions League, y las tres veces se ha llevado el gato el agua el equipo azulgrana. La primera y la más especial fue en 2006, cuando el conjunto de Rikjaard ganó la Champions venciendo en la final a los gunners por 2-1. Después, el Barcelona eliminó al equipo de Wenger en 2010 y 2011, con globales de 6-3 y 4-3. Casualmente, el Barça nunca ha ganado en el Emirates (un empate y una derrota).

Con todo. Salvo por la conocida lesión de Rafinha a principios de temporada, el Barça puede presumir de tener toda la plantilla a su disposición para afrontar la eliminatoria. No puede decir lo mismo el Arsenal, que pese a no encontrarse en el tramo del curso con más lesionados –lo que ya es sorprendente- los gunners no podrán contar con Wilkshere, Rosicky y el asturiano Santi Cazorla.

MSN insaciable. Pero si hay algo que el Arsenal debe temer es al tridente culé, que ha marcado 91 goles en lo que llevamos de temporada. Suárez, con 41, va lanzado a por su segunda Bota de Oro y con ganas de repetir su rendimiento en unos octavos de final. El curso pasado, también en la ida, se cargó a otro equipo inglés –el City- con un doblete.

Problemas fuera de casa. El Barça no es, ni mucho menos, igual de sólido en el Camp Nou que lejos de él. Los azulgranas sudan para sacar adelante sus partidos como visitante, no importa el rival. Málaga, Espanyol, Levante –que marchaba colista- Sporting y ahora Las Palmas han plantado cara a un equipo que parece sobrehumano, pero no lo es. El Emirates Stadium será una caldera y está acostumbrado a ver ganar a su equipo: es el segundo mejor local de la Premier, sólo por detrás del City.

La defensa es el lunar. Los de Luis Enrique son más goleadores, pero también encajan más tantos que la temporada pasada. En realidad, los culés llevan 38 goles encajados en partido oficial, los mismos que en toda la campaña anterior–disputaron todos los partidos posibles-. Quizá por ello Luis Enrique no se fía de otra pareja que no sea la formada por Piqué y Mascherano. El catalán fue reservado precisamente para este encuentro.

Alves no llega en forma. El lateral brasileño no está en su mejor momento, que parece coincidir con la disponibilidad de Aleix Vidal, al que ya muchos piden como titular para partidos importantes como el del Emirates. Alves sufrió horrores en su mano a mano con Morales ante el Levante y fue sustituido ante el Celta, reconociendo él mismo que estaba haciendo “un partido de mierda”.