US Open 2018, C. Suárez-Keys: Una oportunidad única para romper el muro de cuartos (01:00)

Para la tenista rusa no fueron suficientes sus anteriores 22 victorias en otros tantos partidos en la sesión nocturna del US Open, para frenar el ciclón Carla, que posiblemente jugó el mejor partido en el mejor lugar posible, la pista central del último grande del año, el Arthur Ashe Stadium. El escenario ni mucho menos le superó, es más, le alentó para llevar acabó una estrategia que desarboló la confianza de una jugadora que venía en claro crecimiento durante el torneo.

Pero dejando en el pasado su partido de octavos, Carla Suárez tiene un nuevo objetivo, uno con el que seguro sueña desde hace diez años, cuando alcanzó por primera vez en su carrera los cuartos de final de un Grand Slam, en Roland Garros 2008. Una década en la que la canaria ha sumado hasta siete presencias entre las ocho mejores, pero un muro que nunca ha logrado superar a pesar de demostrar que en su raqueta claramente reside la capacidad de poder hacerlo, y ante Madison Keys tendrá una buena oportunidad de conseguirlo.

El momento elegido para la gesta no ha podido ser mejor, con amplia experiencia dentro del circuito y con un estado de madurez y templanza envidiable en Nueva York, a lo largo de un año lleno de altibajos, pero que le ha servido para desembarcar en Flushing Meadows en plena forma y dispuesta a acabar con el peso de saber que busca un terreno inexplorado para ella hasta la fecha.

Su juego ha ido de menos a más en Nueva York, pasando las tres primeras rondas con sufrimiento y constancia, primero ante Nicole Gibbs, contra la que le tocó remontar una manga, segundo ante Kristina Mladenovic, frente a la que tuvo que irse nuevamente al tercer sets y posteriormente su compatriota Caroline Garcia, la actual número seis del ránking WTA, y que partía como clara favorita a priori para superar a la canaria. Todas ellas sucumbieron ante la perseverancia de Carla, al igual que hiciera Maria Sharapova en octavos de final.

Porque si hay una virtud de la que ha hecho gala la tenista española durante la semana y media que llevamos de US Open esa ha sido la perseverancia. Tras llegar con la vitola de ser finalista en New Haven, el golpe moral positivo fue importante, en una temporada en la que a pesar de que había comenzado bien con los cuartos de final del Open de Australia, también había saboreado los sinsabores de la derrota como en su eliminación en segunda ronda de Roland Garros, o en la primera de Cincinnati. De todo ello se ha repuesto de la mejor manera posible, plantándose nuevamente por méritos propios en la segunda semana de un Grand Slam.

En Nueva York ya ha demostrado que es capaz de todo, rompiendo la racha de Sharapova, por eso quiere más retos que superar. Si no fuera poco el hecho de que a la octava consiga meterse por primera vez en unas semifinales de un grande, la apuesta sube aún más, teniendo en cuenta que tendrá que hacerlo ante la finalista del año pasado, Madison Keys. Una jugadora que tendrá el público a su favor y ante la que no ha logrado salir victoriosa en ninguna de las tres anteriores ocasiones en las que se han medido dentro del circuito. El órdago es importante, pero el crecimiento de Carla Suárez también.

"Ella tiene mucha experiencia en este torneo, en esta cancha. Intentaré disfrutar el partido como lo hice hoy", explicaba Carla tras dejar fuera del torneo a Sharapova ya pensando en su enfrentamiento ante Keys, "creo que intentaré aprovechar las oportunidades que tenga para conseguir la victoria, pero sin ningún tipo de presión”. Y es que si una de las grandes claves en este US Open de la canaria era la perseverancia, la otra ha sido la mentalidad. Una cabeza que le ha hecho superar momentos difíciles en la pista, desquiciar a sus rivales e ir superando rondas para volver a colarse con méritos propios entre las ocho mejores del cuadro femenino. Las semifinales están a un paso, y la española está más que preparada para darlo.