US Open 2018: Garbiñe Muguruza, un mar de dudas para enderezar la temporada

Pero qué mejor lugar para reconducir el camino que un Grand Slam. Después de haber dejado atrás los problemas en el brazo derecho que han lastrado su participación dentro de la gira americana tras caer contra todo pronóstico en la segunda ronda de Wimbledon, torneo donde defendía el título de 2017, Muguruza afronta el US Open como una reválida, buscando su mejor versión, nuevamente en una gran cita, como ya ha demostrado que puede hacer a lo largo de su carrera.

Su vuelta tras la lesión no fue del todo positiva, y a pesar de que en Cincinnati comenzó de manera arrolladora su partido de segunda ronda, el aspecto mental fue nuevamente determinante y acabó cediendo ante la ucraniana Lesia Tsurenko (2-6, 6-4 y 6-4) perdiendo 900 puntos en la clasificación WTA, que han provocado que tras unos 400 días, se haya visto relegado fuera del top-10 mundial, llegando a Flushing Meadows en el puesto 12º.

Un panorama muy diferente al que se encontró el curso pasado, donde precisamente en el cuarto Grand Slam del año, conseguía llegar por primera vez en su carrera al número uno del mundo, después de que fuera eliminada en los octavos de final por la checa Petra Kvitova. En 2017, parecía llegar en el mejor momento de su vida, con el título de Cininnati bajo el brazo y claramente metida en la terna de tenistas que eran favoritas a una victoria final. Curiosamente nadie contaba con Sloane Stephens que finalmente fue la ganadora.

En 2018, las cosas no terminan de salir del todo bien para Garbiñe, que únicamente cuenta con el título en Monterrey y un buen bagaje en Roland Garros, donde fue apeada en semifinales por la número uno y ganadora del título en París, Simona Halep. Quizás en aquel momento se podía esperar en la vuelta de la mejor Muguruza, que encontró en la temporada de hierba, una de sus especialidades, un muro demasiado alto de superar, seguidos de sus problemas físicos en el brazo derecho, que le han hecho perder ritmo de competición.

A pesar de parecer tener todo en contra en la presente edición del US Open, donde hay más dudas que certezas en su juego, si hay una tenista a la que no hay que descartar por el título en un Grand Slam, esa es Garbiñe Muguruza, que ya sabe lo que es ganar dos (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017) y llegar a otra final (Wimbledon 2015). La clave estará en ordenar las ideas y de verdad creerse que esa jugadora es capaz de volver a aflorar en cualquier momento.