US Open 2015, Anderson-Murray: Quemado por la épica (7-6, 6-3, 6-7 y 7-6)

Andy Murray. Jugó a ser el gran héroe del US Open 2015, una carta tan arriesgada como espectacular para el ojo del aficionado, más aún en el caso de la pasional afición de Nueva York. Frente a Mannarino la jugada le salió bien, pero Kevin Anderson es uno de los jugadores más hechos del circuito masculino y terminó saliendo escaldado, fuera de las rondas finales del último Grand Slam de la temporada por méritos propios.

Kevin Anderson. El sudafricano protagonizó un ejercicio de madurez espectacular. Entró al partido mucho más concentrado sacando los dos primeros sets y supo mantener la compostura mientras su rival se camelaba a las gradas con sus gestos entre punto y punto. Sólo cedió un set en el tie break y en el desempate del cuarto finiquitó el partido con un rotundo 7-0.

Dos de los cuatro integrantes del Big Four de la ATP ya están fuera del US Open. A Rafa Nadal se unió Andy Murray en octavos de final, víctima de una irregularidad que ya le asustó en la segunda ronda contra el joven Adrian Mannarino y que terminó atropellándolo cuando el que estuvo enfrente era Kevin Anderson, ya con caché de cabeza de serie. El sudafricano, ejemplar sobre el cemento de la Louis Armstrong, comenzó a remar desde el primer set, consciente de que la cita iba a requerir, además de altas dosis de tenis de calidad, mucha paciencia.

De este modo cayeron los dos primeros sets del lado del africano, mientras Murray intentaba conectar con la grada para volver a entrar en el partido. La táctica le funcionó en el tercer set, alargando una hora más el partido y generando un ambiente eléctico en la tarde-noche neoyorquina, pero para gestionar la remontada se necesitaba más de Murray que del público, y el escocés comenzó a acusar el cansancio y su falta de concentración comenzaba a ser más evidente que la de Anderson, mucho más sereno. Un 7-0 en el tie break del cuarto fue lo suficientemente sintomático: con la épica hay que coquetear en las dosis justas, y más en un Grand Slam.

El paso de Andy Murray por el US Open no merece otro calificativo que el de irregular. El escocés llegó como tercer cabeza de serie y ni siquiera consiguió terminarlo como uno de los ocho mejores. Anderson mereció sobradamente su clasificación para los cuartos de final, y junto a Fognini demostró que el Big Four, si no en su totalidad, sí tiene ciertos visos de no ser 100 % infalible.