Hasta siempre, chicos

"Esto es lo que pide cada futbolista, no sólo los títulos sino también recibir el cariño de la afición, recibir la enhorabuena que hasta el árbitro me ha dado".

Son las palabras de Amadeo Carboni, que tras 9 temporadas en el Valencia CF no pudo evitar las lágrimas en su despedida de Mestalla. A sus 41 años, el defensa italiano se marcha del club "che" convertido en un símbolo por su carácter y simpatía.

"He vivido los mejores años de la historia del Valencia. Y estoy orgullosos de ello. El fútbol es cruel con el carnet de identidad, pero me marcho emocionado por el cariño de la gente", ha comentado Carboni tras su despedida. No es para menos. Dos Ligas y una UEFA adornan el palmarés del italiano tras su paso por Valencia.

En la temporada 2002, un menudo delantero turco recalaba en San Sebastián. No era ni mucho menos una estrella, pero Nihat se va de la Real convertido en un símbolo casi a la altura de Kovacevic o Kodro.

"Quiero dejar a la Real en primera antes de marcharme. Este es un club histórico, como pocos en la Liga, y la afición no se merece sufrir tanto como en esta temporada". Son las palabras de Nihat, siempre comprometido con el club txuriurdin.

Dicho y hecho, la Real empataba con el Celta y conseguía la salvación. Él se va al Villarreal, pero siempre con la Real en el recuerdo. "Quién sabe, quizás vuelva dentro de unos años, como hicieron otros", dice con sinceridad.

El roteño Juan José Cañas jugó de titular y tuvo el apoyo del público en todo momento, sobre todo en el momento de su sustitución en el que fue ovacionado por una grada que se puso en pie para brindarle una calurosa despedida.

Tras conseguir la Copa del Rey la pasada temporada, Cañas recibió el cariño de la hinchada bética en su último partido en el Ruiz de Lopera. "Está claro que después de 18 años en este club, que me lo ha dado todo, si el Betis me dice algo y me propone continuar, estaría encantado. Pero quiero ser realista y no he jugado en todo el año, sólo unos pocos partidos, y quiero sentirme útil".

Son las palabras de otro jugador veterano que se va demostrando que, hoy por hoy, en el fútbol todavía se sienten los colores.

Otra de las despedidas más emotivas de la jornada se vivió en Getafe. Gica Craioveanu fue manteado por sus compañeros y despedido por la afición como lo que es: Un auténtico símbolo del fútbol español.

Tras su paso por Real Sociedad, Villarreal y Getafe, Gica abandona el fútbol en activo siendo un ejemplo para todos sus compañeros.

"Estoy muy orgulloso de haber jugado en este equipo por lo grande que ha llegado a ser", ha dicho Gica, que se marcha dolido con el presidente del Getafe, Ángel Torres, que no le ha ofrecido un puesto en el organigrama técnico del club.

Pese a todo, Gica recibió el cariño de la afición getafense en su último partido como jugador del club madrileño.

Hasta siempre chicos. El fútbol os da las gracias.