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Wimbledon 2016, Berdych-Murray: La última esperanza de la Gran Bretaña (18:00)

Agustín Galán

Actualizado 08/07/2016 a las 17:11 GMT+2

Andy Murray afronta la semifinal de Wimbledon 2016 con el apoyo incondicional de una pista central que lo llevó en volandas en cuartos ante Jo-Wilfried Tsonga. El tenista escocés es consciente de su favoritismo para conquistar el tercer Grand Slam de la temporada, pero tendrá al siempre agresivo Tomas Berdych como último obstáculo antes de la final.

Britain's Andy Murray wins a point against France's Jo-Wilfried Tsonga during their men's singles quarter-final match on the tenth day of the 2016 Wimbledon Championships at The All England Lawn Tennis Club in Wimbledon, southwest London, on July 6, 2016.

Fuente de la imagen: AFP

No son tiempos fáciles para el sentimiento de orgullo en Gran Bretaña, más aún tras la constatación de que existe una sociedad totalmente dividida tras el referéndum que terminará provocando la desconexión de la Unión Europea y una clase política que ha huído en desbandada ante el incierto panorama que se avecina. En medio de la zozobra en la que está sumida el país, hay una pequeña zona, concretamente en el All England Tennis Club de Londres, en la que un escocés sigue demostrando que aún hay figuras capaces de despertar un consenso absoluto.
¿Qué se siente al ser la última esperanza de Gran Bretaña?”, le preguntaron en sala de prensa. Murray, que ya ha tenido que lidiar con la maldición de más de 70 años del tenis británico y su lógica presión por ser el sucesor de Fred Perry -misión que terminó logrando satisfactoriamente-, miró al periodista y con una sonrisa franca contestó: “No está mal”, antes de reconocer que le gustaría ganar un par de Wimbledon más antes de su retirada. Teniendo en cuenta que el país necesita un nuevo primer ministro, un nuevo seleccionador y que Gales se ha quedado a las puertas de la final en la Eurocopa, el rol de salvador de Andy Murray no es del todo incorrecto.
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Andy Murray

Fuente de la imagen: Eurosport

Andy Murray vive, a sus 29 años, su momento álgido de madurez deportiva, con un tenis cada vez menos defensivo y más talentoso, como analizó Tomas Berdych, su rival en las semifinales, después de deshacerse con facilidad de Lucas Pouille. De la mano de Ivan Lendl, pocas cosas distraen al de Dunblane, que no tiene intención de dejar pasar la oportunidad de levantar en Londres su tercer Grand Slam tres años después de alzar el último, también en Wimbledon, antes de que comenzara la etapa de dominio absoluto de Novak Djokovic.
La central rugió como nunca antes en lo que va de torneo cuando se disputó el quinto set entre Murray y Jo-Wilfried Tsonga, que llegaba crecido después de remontarle una desventaja de dos parciales. Ese quinto set, ya con tres horas consecutivas de tenis en sus piernas, fueron todo un test psicológico para Murray: "He sido puesto a prueba. Ha sido un durísimo partido y eso te da confianza. Quería ganar y la mejor manera de hacerlo es volando hacia cada punto y poner el máximo esfuerzo, eso es lo que hice”, reflexionó.
Tras dejar en la cuneta a Tsonga le espera en la siguiente estación Tomas Berdych, un tenista con el que tiene un balance ligeramente favorable (8-6 a favor de Murray), pero con el que nunca se ha cruzado en un torneo sobre hierba, lo que le ha obligado a hacer una labor más detallista de análisis antes de la semifinal. Si hay una cosa que Murray tiene clara es que no quiere dejar que sea Berdych el que tome la iniciativa del juego, por el desgaste que eso conllevaría: “No hemos jugado nunca sobre hierba. Debo echar un vistazo a sus partidos para hacerme una idea y ver si hace algo distinto sobre hierba, cuáles son sus fortalezas y cuáles lo hacen sufrir un poco. Saca bien y cuando domina el juego tira bolas muy fuerte. No quiero dejarle la iniciativa porque me tocaría correr mucho”, analizó.
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Tomas Berdych (Wimbledon 2016)

Fuente de la imagen: AFP

Berdych llega después de un compromiso mucho más ligero ante Pouille, revelación en el cuadro masculino, y se enfrenta al tenista que tiene en su cuerpo técnico al entrenador con el que siempre soñó: Ivan Lendl. “Le pedí a Ivan que me entrenara cuando dejó a Andy la primera vez, pero me dijo que no tenía tiempo y no quería estar relacionado con el tenis. Después volvió con Andy. En el fondo es un adversario más para mí. Debo intentar concentrarme para el próximo partido”, comentó con frialdad y un resquemor latente cuando fue cuestionado sobre Lendl, nuevamente una pieza clave en el resurgir de Murray.
En semifinales, el público volverá a jugar un rol determinante, pues el Berdych-Murray se disputará después del Raonic-Federer, que inicia la jornada en la central. Los cinco duros sets que el suizo disputó frente a Marin Cilic retrasaron bastante el inicio del partido de Murray, lo que puede volver a repetirse en la jornada del viernes: “La espera nunca fue fácil porque el partido estuvo cerca del final en varias ocasiones. Luego salté a la pista y dependió de mí crear una nueva atmósfera. Tenía que ser así después de un partido emocionante. Pero el público estuvo increíble”, piropeó Murray. El de Dunblane sabe que tiene en la central una de sus mejores armas, junto a su concentración y a la calma que le transmite Ivan Lendl para seguir siendo el gran héroe británico hasta la final del próximo domingo.
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