Wimbledon 2016, Federer-Evans: Visto y no visto (6-4, 6-2 y 6-2)

Roger Federer. El suizo ha disfrutado de una primera semana plácida, sin movimientos fuera de la central y con emparejamientos asequibles que ha ido despachando con la autoridad habitual. Daniel Evans le ofreció menos resistencia aún que el heroicoMarcus Willis, y llegará a los días decisivos del torneo con sensaciones de mayor solidez respecto a Novak Djokovic, con quien debería encontrarse en semifinales.

Daniel Evans. El británico protagonizó puntos de mucha calidad (y velocidad) en determinados pasajes del partido. Su falta de consistencia le terminó condenando y explica por qué se encuentra penando por permanecer entre los 100 mejores tenistas del circuito ATP y no en una posición más alta, que según lo apreciado brevemente en la central, podría alcanzar a poco que madure.

Roger Federer navega por Wimbledon a velocidad de crucero, sin prisa pero sin pausa, dejando escollos en el camino sin apenas sudor. Mientras en las pistas exteriores los tenistas tienen que sufrir los persistentes parones por la lluvia -hasta el punto de que se suprimió el Middle Sunday por primera vez en doce años-, en la central se vive en un mundo paralelo en el que hasta ahora Federer ha sido el rey absoluto, dejando en la cuneta sin miramientos a Guido Pella, Marcus Willis y ahora a Daniel Evans.

El helvético quiso dejar las cosas claras desde el principio, y en cada una de las dos primeras mangas llegó a situarse con un contundente 4-0 a favor. Evans a duras penas podía responder ante el vendaval que se le vino encima, por mucho que la afición londinense estuviera dispuesta, a poco que él mostrara actitud, a jalearlo igual que a Marcus Willis dos días antes. Sólo en el tercer set consiguió defender su servicio inicial, pero ni siquiera eso fue suficiente para frenar a Federer, que disfrutó de un partido veloz para desgastarse poco y sellar su pase a octavos.

Con el techo retráctil únicamente en su pista central, Wimbledon impone un sistema de tenis bastante clasista en el que los privilegiados que juegan en ella saben que sus partidos transcurrirán sin incidencias. En las pistas exteriores, por el contrario, se sufre mucho más y de ello dan fe Garbiñe Muguruza -ya eliminada- y Novak Djokovic -contra las cuerdas-. Si el beneficiado por esta circunstancia responde además al nombre de Roger Federer, el resultado es difícilmente evitable: nueva victoria del suizo sin despeinarse y dos días de descanso por delante.